Entre tantos factores que debes analizar cuando estas por mudarte a un nuevo departamento o casa, existe uno que no estamos acostumbrados a considerar: el tamaño de cada habitación por separado.
Comúnmente la oferta inmobiliaria se dedica a publicitar el TOTAL de metros cuadrados (de venta) dentro de una vivienda y sólo mencionan que tienen "amplias habitaciones", pero casi nunca son precisos en este término: "amplio".
Comprar un departamento de 250 m2 no significa que tenga una recámara principal de un tamaño (grande) proporcional a los m2 que estás adquiriendo. Puedes encontrarte con sorpresas desafortunadas donde el living es un espacio gigante y en los baños entras con calzador, pero sigue siendo un departamento grande de 250 m2.
Toma precauciones
Para evitar decepciones irremediables hay que tomar algunas precauciones. Entiendo que es muy difícil reconocer un espacio vacío e imaginarte cómo se verá tu cama en la recámara, tu sofá en la sala o cualquier mueble que corresponda a cada espacio.
¡Cuidado! Los espacios limpios, sin amueblar y con paredes blancas, siempre tienden a verse extremosos, es decir, si es un espacio pequeño se ve más chico todavía; si es un lugar de proporciones normales, se ve mucho más grande de lo que en realidad es.
Dentro de tu nuevo hogar, las áreas públicas siempre serán tus comodines. Tu creatividad puede lograr que esos espacios, una vez amueblados, luzcan y se sientan acogedores.
En espacios públicos como la sala, el comedor, el family room, el hall, etcétera, hay muchas maneras de integrarlos y de que el mobiliario cumpla una doble función aunque sean espacios reducidos. En lugares más amplios puedes lograr que se vea bien el amueblado sabiéndolo distribuir.
Las habitaciones que se ven más limitadas por la proporción del espacio son las áreas privadas, o sea las recámaras, los baños, el cuarto de televisión, etcétera.
La mejor fórmula para que estés seguro de que estas habitaciones son del tamaño correcto para tus necesidades es la comprobación de cada espacio. Toma un flexómetro o cinta para medir y párate en el centro de la habitación, en tu mente haz un esquema sobre cómo amueblarás, empezando por el mueble más grande e imagina dónde es el lugar más cómodo y que más te guste para ubicarlo.
Si el espacio es una recámara, considera qué cama vas a usar para cada recámara: individual, matrimonial, queen o king y preséntala en el lugar, como si fuera una "maqueta".
Lo puedes trazar con un lápiz o delimitarla con cualquier objeto en el piso, eso te dará una idea de cómo se vería ese espacio con una cama ahí. Así podrás saber si cabe una cama king con el "secreter" herencia de tu abuelo que tanto te gusta. Si quieres tener TV en la recámara, también considera que no quede ni muy retirada ni muy lejos de la cama, menos si estás considerando tener una piecera al borde.
Si el espacio es un cuarto de televisión, empieza por contemplar qué tipo de sofá o sillón usarás y el tamaño del aparato que piensas instalar. Así te darás una idea sobre qué necesitas comprar o si es útil lo que ya tienes. Otra vez, estando en el sitio físicamente, en la habitación que ya sabes que podría ser tu próximo cuarto de TV, ubica hacia dónde es el mejor lugar para colocar la televisión (acuérdate de que no te deslumbre el sol) y desde dónde es el mejor lugar para sentarte. Flexómetro en mano toma medidas y saca conclusiones.
Estos sencillos ejercicios te ayudarán a estar mucho más seguro a la hora de tomar la decisión de mudarte a una nueva casa o depa. Siempre es una buena sensación sentirte emocionado imaginando cómo se verán cada una de tus futuras habitaciones.
El consejo
No te fíes de los "departamentos muestra" que muchos desarrollos inmobiliarios ofrecen para tomar las medidas finales de las habitaciones de TU vivienda. Las letras chiquitas siempre dirán que los centímetros pueden variar entre el depa muestra y el que te entreguen. Exige que te presenten el producto final para tomar las precauciones adecuadas y que por 10 centímetros no vayas a terminar sufriendo porque no entra el buró en tu recámara.
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