En ocasiones parece que los pisos tuvieran
vida. Apenas terminamos de limpiarlos cuando aparecen manchas que nos hacen
dudar si en verdad hemos aseado el lugar.
Lo cierto es que mantener los pisos
en buen estado y limpios parece una tarea complicada, pero deja de serlo cuando
hay ideas útiles para esta tarea, para lo cual te presentamos algunos
trucos para el cuidado de cada tipo de piso.
Definitivamente la limpieza y
mantenimiento del piso dependerá del material. Por ejemplo, no es la misma
tarea para el suelo de cerámica que de madera, o entre los de cerámica
vidriadas o de mármol.
Pisos de cerámica
vidriada
Para limpiar y mantener
los pisos de cerámica vidriada debes utilizar la aspiradora para
retirar el polvo. Luego repasa la superficie con un trapo humedecido en agua
tibia con un poco de limpiador de uso múltiple.
Si en el piso hubiera manchas
rebeldes, elige una solución natural: mezcla una taza de vinagre blanco en un
litro de agua y limpia el piso con eso. El polvo de hornear y el bicarbonato de
sodio pueden ayudarte a eliminar manchas aplicándolo con un cepillo de cerdas
suaves.
Pisos de cerámica común
En pisos de cerámica común, no vidriados,
basta con el uso de la aspiradora y del trapeador húmedo. En manchas rebeldes
puedes utilizar una solución de vinagre o simplemente limpiador antigrasa del
que usas en la cocina.
Piso de linóleo
Si tu piso es de linóleo,
sólo debes aspirar y pasar un trapo apenas húmedo cuando fuera necesario, sin
excederte en la limpieza y cuidando de la humedad, pues el agua hace que el
linóleo se torne quebradizo.
Los productos a utilizar han
de ser suaves, siempre debes probarlos antes en una esquina poco visible, pues
se trata de un material delicado. Nunca utilices agua o limpiadores calientes,
ni cepillos duros. Puedes usar cera en crema o pasta como sellador.
Pisos de mármol
Para limpiar pisos de
mármol bastará con aspirar o simplemente pasar un trapo húmedo en una
solución de vinagre blanco en diez partes de agua tibia. Ya que se trata de un
material poroso, evita el uso de limpiadores cremosos o abrasivos.
Adoquín, barro y ladrillo
En los pisos de adoquín,
barro y ladrillo debes evitar los golpes fuertes o el tránsito irregular.
Procura aspirar de manera periódica para eliminar el polvo y la suciedad que
queda atrapada entre los poros de estos materiales. Luego repasa con un trapo
húmedo para eliminar pelusas y otras suciedades que hubieran quedado enganchadas
entre la textura.
Un truco para mantener el
brillo de los pisos de ladrillo, barro y adoquín es utilizar agua tibia con un
agregado especial: suavizante para la ropa. Una vez por año puedes aplicar
cera. Evita el uso de limpiadores y quita ceras ácidas, trementina o
limpiadores agresivos, pues sólo harías que el piso pierda su brillo y
aparezcan manchas indelebles.
Pisos de asfalto
Para pisos de
asfalto basta con la misma técnica: un aspirado dos a tres veces por
semana y luego un repaso con agua tibia y un agregado de suavizante para la
ropa. Evita usar jabones y detergentes, pues podrías dejar manchas en el
material.
Si el piso es de asfalto
encerado, puedes retirar la cera una vez por año y aplicar una nueva, siempre
utilizando quita ceras suave y libre de ácidos. En ningún caso utilices
gasolina para limpiar, pues manchan el asfalto de manera definitiva.
Piso de cemento o
concreto
Si tu piso es de cemento o concreto (como es el caso de entradas, cocheras y en algunos patios), sólo debes barrer con una escoba firme y luego repasar con el trapeador húmedo. Para el mantenimiento diario bastará pasar un cepillo suave para retirar el polvo y la suciedad de gran tamaño. Si en el piso de concreto o de cemento hubiera manchas, debes limpiar con un limpiador multiusos y un cepillo suave para no dañar ni manchar la superficie. También puedes aplicar limpiador antigrasa del que usas en la cocina, dependiendo de la mancha.
Si tu piso es de cemento o concreto (como es el caso de entradas, cocheras y en algunos patios), sólo debes barrer con una escoba firme y luego repasar con el trapeador húmedo. Para el mantenimiento diario bastará pasar un cepillo suave para retirar el polvo y la suciedad de gran tamaño. Si en el piso de concreto o de cemento hubiera manchas, debes limpiar con un limpiador multiusos y un cepillo suave para no dañar ni manchar la superficie. También puedes aplicar limpiador antigrasa del que usas en la cocina, dependiendo de la mancha.
Pisos de piedra o baldosas
Para limpiar pisos de
piedra o baldosas de piedra puedes usar la aspiradora. Si hubiera suciedad
persistente pasa un trapo humedecido en agua más bien fría y deja secar al aire
para luego repasar con un trapo seco.
Evita caminar sobre el piso
húmedo, pues esto deja manchas sobre la superficie. Si hubiera suciedades persistentes
luego de la limpieza regular, puedes ayudarte del bicarbonato de sodio.
Simplemente espolvorea sobre la mancha y retira con una esponja humedecida en
limpiador multiusos.
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