Si los metros de
tu casa son pocos, olvídate de lo convencional y organiza el espacio de otra
manera. Si optas por una distribución racional, un mobiliario compacto y un
look más creativo, los metros se multiplicarán por 2 y tu casa desprenderá otra
energía. Aquí te dejamos 5 consejos para lograrlo
1.
Conozcamos el espacio y cambiemos la escala
Lo que nunca
debes hacer es pretender encajar una casa estándar (como la de tus papás) en un
departamento de 30 a 60 m2. Lo único que conseguirás es deprimirte: los muebles
se volverán gigantescos y los ambientes minúsculos. La solución es cambiar de
escala y de mentalidad.
Utiliza recursos
que permitan desdibujar los límites, exprimir los centímetros e inventar
atmósferas que estimulen. Básicamente, se trata de combatir la falta de espacio
con distribuciones abiertas y flexibles, almacenamientos integrados y
compactos, y decoraciones personales e incluso escenográficas.
2.
Quedémonos con lo básico
Lo más
importante es que determines qué espacios o ambientes te son fundamentales.
¿Prefieres tener una sala grande, o una recámara pequeña? ¿Te importa tener un
comedor más ajustado, o necesitas un vestidor? Una vez hecho esto, define el
tamaño de cada estancia y piensa cuál debe ser más espaciosa y cuál la mínima.
Toma en cuenta
que una estancia puede cumplir varias funciones: por ejemplo, la sala se puede
convertir, al llegar la noche, en un dormitorio; o el comedor, con una mesa
plegable, puede transformarse en escritorio por las tardes.
3.
Seamos creativos en la distribución
Para inventar
amplitud, integra visualmente toda la vivienda. La idea es que los ojos y la
luz circulen sin impedimentos para que los metros se doblen. Para que el
espacio sea cómodo, respeta corredores, pasillos o vías de paso generosas (0,80
m como mínimo).
En departamentos
pequeños lo ideal es que todos los ambientes, con la excepción del baño, estén
juntos. Si este es tu caso, considera que los desniveles en techos y suelos,
las luces, alfombras y los colores te ayudan a definir varias áreas en un todo cuerpo
a través del cual pasa la luz en su totalidad
4.
Privilegiemos el orden
Reduce el número
de toallas, sartenes, vajillas, vasos y un largo etcétera al mínimo. Piensa en
el sitio qué ocupará cada cosa y considera que si los objetos abundan de una
manera descontrolada, el espacio se vuelve caótico y parece más pequeño.
Otro
consejo: para tener muchos armarios y que pasen desapercibidos, lo mejor es
pegarlos a las paredes. En vez de muebles dispersos, opta por un almacenamiento
empotrado y compacto que deje el centro despejado. Ubica los armarios donde los
vas a necesitar (el de las toallas junto al baño y el de los abrigos en la
entrada Si los planificas cuando definas los ambientes, te saldrá más barato:
proyecta módulos de pared a pared y hasta el techo, sustituye tabiques por
armarios abiertos por dos frentes y altos (Hasta el techo)
5.
Usemos colores en un piso pequeño… pero sin pasarnos
No
renuncies al color, porque decora, pero úsalo con sabiduría. Piensa, primero,
qué atmósfera deseas: fresca, sofisticada o clásica y elige una gama cromática
que lo haga posible y que utilizarás en muros, suelo, textiles y hasta en la
vajilla.
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