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martes, 25 de septiembre de 2012

CINCO CONSEJOS BÁSICOS PARA VIVIR EN UN MINI-DEPARTAMENTO


Si los metros de tu casa son pocos, olvídate de lo convencional y organiza el espacio de otra manera. Si optas por una distribución racional, un mobiliario compacto y un look más creativo, los metros se multiplicarán por 2 y tu casa desprenderá otra energía. Aquí te dejamos 5 consejos para lograrlo



1. Conozcamos el espacio y cambiemos la escala
Lo que nunca debes hacer es pretender encajar una casa estándar (como la de tus papás) en un departamento de 30 a 60 m2. Lo único que conseguirás es deprimirte: los muebles se volverán gigantescos y los ambientes minúsculos. La solución es cambiar de escala y de mentalidad.

Utiliza recursos que permitan desdibujar los límites, exprimir los centímetros e inventar atmósferas que estimulen. Básicamente, se trata de combatir la falta de espacio con distribuciones abiertas y flexibles, almacenamientos integrados y compactos, y decoraciones personales e incluso escenográficas.


 2. Quedémonos con lo básico
Lo más importante es que determines qué espacios o ambientes te son fundamentales. ¿Prefieres tener una sala grande, o una recámara pequeña? ¿Te importa tener un comedor más ajustado, o necesitas un vestidor? Una vez hecho esto, define el tamaño de cada estancia y piensa cuál debe ser más espaciosa y cuál la mínima.
Toma en cuenta que una estancia puede cumplir varias funciones: por ejemplo, la sala se puede convertir, al llegar la noche, en un dormitorio; o el comedor, con una mesa plegable, puede transformarse en escritorio por las tardes.


3. Seamos creativos en la distribución
Para inventar amplitud, integra visualmente toda la vivienda. La idea es que los ojos y la luz circulen sin impedimentos para que los metros se doblen. Para que el espacio sea cómodo, respeta corredores, pasillos o vías de paso generosas (0,80 m como mínimo).

En departamentos pequeños lo ideal es que todos los ambientes, con la excepción del baño, estén juntos. Si este es tu caso, considera que los desniveles en techos y suelos, las luces, alfombras y los colores te ayudan a definir varias áreas en un todo cuerpo a través del cual pasa la luz en su totalidad

 


4. Privilegiemos el orden
Reduce el número de toallas, sartenes, vajillas, vasos y un largo etcétera al mínimo. Piensa en el sitio qué ocupará cada cosa y considera que si los objetos abundan de una manera descontrolada, el espacio se vuelve caótico y parece más pequeño.
Otro consejo: para tener muchos armarios y que pasen desapercibidos, lo mejor es pegarlos a las paredes. En vez de muebles dispersos, opta por un almacenamiento empotrado y compacto que deje el centro despejado. Ubica los armarios donde los vas a necesitar (el de las toallas junto al baño y el de los abrigos en la entrada Si los planificas cuando definas los ambientes, te saldrá más barato: proyecta módulos de pared a pared y hasta el techo, sustituye tabiques por armarios abiertos por dos frentes y altos (Hasta el techo)





5. Usemos colores en un piso pequeño… pero sin pasarnos
No renuncies al color, porque decora, pero úsalo con sabiduría. Piensa, primero, qué atmósfera deseas: fresca, sofisticada o clásica y elige una gama cromática que lo haga posible y que utilizarás en muros, suelo, textiles y hasta en la vajilla.


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